5.11.03

HOGAR TORNADO
Para Rosa de los 4 vientos.

" Si, si, por lastimado y jodido que uno esté,
siempre puede uno encontrar contemporáneos
en cualquier lugar del tiempo,
y compatriotas en cualquier lugar del mundo.
Y cada vez que eso ocurre,
y mientras eso dura, uno tiene la suerte de sentir
que es algo en la infinita soledad del universo:
algo mas que una ridícula mota de polvo,
algo mas que un fugaz momentito."
Eduardo Galeano.


¿Qué pasa cuando llega el día en el que se destruye tu casa?

Tu cuarto queda hecho polvo, ventanas abiertas y puertas desmanteladas, muros caídos pieza por pieza y los cuartos del viejo hogar quedan hecho polvo, un polvo que nunca será recogido ni limpiado.
De los demás muebles mejor no hablar, menos de quienes habitaban la casa.

Tu casa, mi casa; la casa de todos.
La casa en el árbol.
El árbol donde creciste, te criaste y habitaste.
Un árbol que termina por secarse para ser el árbol caído del que todos hacen leña.

¿Cuántos árboles hay en la vida? ¿tu vida?
¿Cuántos hay en el mundo? ¿tu mundo?
Una inmensidad.
Como la inmensidad de tu alma rosa.

Cientos de hogares que son movidos por el viento de un lado a otro.
Cientos de trinos de aves, dan vida a los hogares en los árboles y los hacen brillar, palpitar y ¿por qué no? También sanar.

¿Estos lugares pueden pasar desapercibidos?
A menudo, creo.

Pero siempre estarán ahí aunque no lo advirtamos.

Cada uno tiene su propia historia y su propia vida.
Con sus tragedias y con sus sueños.

Aunque no lo percibamos, están ahí mirándonos en silencio.

Mirándonos ir y venir, de un lado a otro.

Mirándonos taciturnos detrás del rumor de las nubes nocturnas.
Detrás del vuelo nocturno de la solitaria lechuza; misteriosa ave nocturna. Ave negra alumbrada por una luna ausente.

Aunque no lo percibamos, están ahí sufriendo en silencio.
Pero siempre están ahí, sin quejarse; con los abiertos brazos hospitalarios.

¿Qué queda detrás de tu mirada?
¿Qué queda detrás de la réplica de tu llanto y tu angustia?
¿Qué queda después de la explosión de tus abrazos?
¿Qué queda detrás de tu sufrimiento?
¿Qué queda detrás de tus palabras fragmentadas?
¿Qué queda luego de tu vuelo reprimido?

Cuando te lanzaste al vacío negro, no pensaste en la caída.
No pensaste que ibas a navegar en las profundidades de las tinieblas insondables.
Nunca pensaste ni creíste nadar en las frías aguas de la oscuridad de los pensamientos y de los sentimientos.

Pareciera que de nada sirve gritar, pero de algo sirve.

He escuchado tu grito como llanto suave.
He escuchado tu grito como canto grave.

He entendido en silencio. He caído en silencio.

Tu desplome me duele pero yo me caigo contigo.

Pero no debes llorar, hogar dulce; hogar fantasma; hogar ilusión.
No debes llorar a pesar del dolor de tus escombros y de los calambres en el alma, ocasionados por el polvorín que recorre tu esencia de galatea barroca.

Resiste. Una y otra vez, resiste.
Existe. Una y otra vez, existe.

No seas quien se doblega ante el dolor de la creación.
No te repliegues ante el dolor de la destrucción.
No seas un fantasma ni una mera ilusión Ve más allá; ve más lejos y no vuelvas más.

Aunque veas tus ramas quebradas.
Aunque veas tus hojas caídas.
Aunque no escuches los cantos de las aves.
Aunque desaparezcan los frutos de tu floración.

No seas un árbol caído acechado por el relámpago.

Porque adentro de esta verde soledad.
Afuera de esta gris devastación de nuestro campo, nuestra tierra, nuestra siembra.
Soy gota de agua que se une a ti y soy brazo de viento que te abraza; que te mece en silencio,
[que te cobija y te canta.




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